Siempre nos menospreciamos y vemos lo peor de nosotros mismos, lo que llamamos defectos. Les damos mucha importancia porque no nos gustan, y tratamos de ocultarlos y quitarlos. Cuando hablamos con otras personas, en lo primero que nos fijamos es como tiene el o ella nuestro defecto, y después acabamos pensando "ojalá fuera como él/ella". Pero lo mejor de todo, y lo que no nos damos cuenta, es que para la otra persona nuestros defectos pasan inadvertidos.
No olvides que siempre habrá una persona que ame tus defectos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario